Nuestra editorial nace en un caluroso 1 de agosto de 2013, sentados bajo la sombra de un árbol. Sí, muy literario, lo sabemos. Los dos socios que formamos Maclein y Parker ya habíamos trabajado juntos y ese hecho facilitaba el vínculo. Venir del mundo del diseño gráfico (Antonio) y del periodismo cultural y, posteriormente, el ámbito editorial (Cecilia) era un punto más a favor para fabular acerca de qué etiqueta ponerle a nuestro proyecto común. Después de muchas vueltas, el camino estaba claro. Pero éramos una editorial sin escritores y sin nombre.
Este último fue más fácil de encontrar, haciendo un juego lingüístico con los gustos en los que era habitual que coincidiéramos. Así, haciendo un guiño a la saga cinematográfica que más nos gusta del mundo entero –La jungla de cristal-, surgió la primera parte del nombre: Maclein. La literatura americana de la primera mitad del siglo XX también es una de nuestras aficiones favoritas, así que nos fijamos en una autora un tanto peculiar para que diese ese toque extravagante que también tenemos y de ahí surgió el Parker (de Dorothy). La imagen corporativa vino prácticamente sola: árboles que nos recordaran nuestros orígenes y la cabaña como lugar de retiro, a la vez que acogimiento, inspirada en Desolation Peak, el lugar en el que vivió durante un tiempo Jack Kerouac.
Lo siguiente fue buscar escritores tan locos como nosotros dispuestos a poner en manos de unos desconocidos sus apreciadas obras. Al principio, siguiendo la máxima del despacito y buena letra, nos aventuramos a abrir un blog literario animando a amigos y conocidos, que sabíamos que escribían sólo para su cajón del escritorio, a que nos enviaran sus textos. Y, poco a poco, fuimos ampliando la nómina hasta los casi 50 colaboradores que firman hoy en el blog de Maclein y Parker. Y, de ahí, al papel impreso. Muchos de ellos ya han pasado a formar parte de los autores publicados por la editorial, además de otros que empezaron a llegar a nuestras bandejas de correo electrónico ofreciendo sus manuscritos.
Desde entonces, con mucho trabajo, ilusión, uñas y dientes, estamos en la brecha para crecer con un catálogo coherente y merecedor de nuestros lectores.